Museros tenía como patrón tradicional e inmemorial a
San Jaime. Pero en 1542 se acabó de construir la ermita de San Roque, un santo
que según una leyenda local pasó por Museros en su peregrinar, que fue ampliada y
reformada en 1696 con el aspecto que tiene en la actualidad. Tenemos otra fecha
como referencia, el año 1532 ya que ese fue un año de peste. Que diez años
después se construyera una ermita dedicada al patrón de las epidemias en
Museros puede significar o bien que la epidemia pasó de largo ese año por Museros
o bien que la afectó en menor medida que otros poblaciones. Sea como sea, según
las referencias que hay, San Roque no sería nombrado patrón hasta
1560. El siguiente brote de peste sería durante los años 1556 al 1559. Un año
después de darse por acabado este brote, San Jaime dejaría de ser
definitivamente el patrón para acoger al protector de las epidemias y sin duda
contribuyó a esto la pérdida de poder de las órdenes militares.