En la primera mitad del siglo XVII se construyó en
la aldea de Piedrahita, perteneciente a Cortes de Arenoso, una ermita bajo la
advocación de San Vicente Ferrer. El fuerte crecimiento demográfico experimentado en
el siglo XVIII fue el motivo para construir, bien sobre la primitiva o bien
"ex novo", la nueva iglesia que hoy se conserva. Así, el 23 de
octubre del año 1770 se dio licencia para edificar la nueva Ermita de San
Vicente Ferrer de Piedrahita. La actividad emprendida entre los años 1770 y
1781 no iba a detenerse hasta finales del siglo. Los porches que rodeaban la
plaza y, sobre todo, el amplio programa decorativo del interior de la Iglesia
se abordaron casi de forma inmediata. En el año 1795 y 1796 se hicieron los
retablos de San Vicente, San Miguel y la Virgen del Remedio. En el mismo año el
retablo de San Antonio se realizó a expensas de las limosnas de los labradores
separadas de las que hacían para los demás retablos. También se hizo el de San
Leandro. Poco tiempo después de instalados los cinco retablos se colocaron
sobre ellos las imágenes titulares. Y es que alrededor de 1412 estuvo
predicando tan famoso santo en esta aldea. Es muy popular el canto de esta
"Prosa" para festejar al patrón.