Antes de la Navidad de 1947 fue el entonces cura
párroco y arcipreste, Don Pedro Mauri Rubio, quien propuso a la comunidad
parroquial de Enguera la adquisición de una imagen de Nuestra Señora de Fátima. Y le
correspondió al Arzobispo de Valencia, Don Marcelino Olaechea, la bendición de
la imagen, obra de José Justo, el 11 de Abril de 1948 y fue a partir de
entonces cuando la imagen de Nuestra Señora de Fátima comenzó a visitar un
pueblo que apenas lo componían cincuenta calles. En 1949, después de la Misa
solemne en la plaza, Don Jacinto Argaya coronó a la Señora y la declaró patrona
de Enguera en nombre del Sr. Arzobispo. La Santa Sede confirmó el privilegio
que deseaban los enguerinos el día 26 de julio de 1954 cuando la Sagrada
Congregación de Ritos, por las facultades a ellas concedidas por el Papa Pio
XII, declaró a la Bienaventurada Virgen María de Fátima "celestial patrona ante
Dios de la Villa de Enguera".