En el año 1410 San Vicente Ferrer visitó a los habitantes de Borriol y predicó por estas tierras sus famosos sermones. Por ello hay una ermita dedicada a este santo edificada en el mismo punto donde predicó, conservándose detrás del altar mayor en la parte exterior la misma piedra que le sirvió de púlpito con una clara inscripción sobre la misma. En la fiesta de San Vicente Ferrer, por la mañana sale una procesión con dirección a la ermita del santo y por el camino antiguamente era acompañada la imagen por multitud de jóvenes con armas de fuego haciendo un disparo continuo. Dicha ermita fue construida en el año 1667 y se sabe que se reformó en 1730. La ermita tiene un panel cerámico y, adosada a su lateral derecho, la vivienda del ermitaño elevada sobre un espacioso porche.