Presentamos un retablo cerámico datado en el año 1809 que se basa en una antigua estampa de Manuel Bru de Santa Marta que se venera en el Convento de Santa Ursula de Valencia. Santa Marta aparece representada como una matrona que viste a la antigua usanza con túnica sujeta con una fíbula sobre el pecho; velada y con gran manto azul de pureza, lleva en la mano izquierda un acetre con agua bendita y una vara de azucenas que insisten en la simbología del manto. Con la derecha como brazo ejecutor, debería esgrimir, como así lo hace en la estampa utilizada como modelo, un hisopo con el que asperja al dragón infernal que pisotea victoriosa como abogada contra el demonio y los endemoniados. Se halla cerca de una ciudad murada; a su derecha aparece una construcción con tejado a dos vertientes evidentemente inspirada en las barracas de la huerta de Valencia. La gracia divina se representa por un haz de luz cenital y a los lados hay nubes y testas de querubines. El panel perteneció al Marqués de Almunia que lo mantuvo instalado en su casa solariega de la calle de las Avellanas de Valencia hasta 1960. Hoy se halla en el Museo Nacional de Cerámica de Valencia.El Conjunto de Santa Ursula de Valencia es un pequeño complejo de edificaciones formado por la iglesia y convento de religiosas Agustinas Descalzas y que fue fundado en el año 1605 bajo la advocación de Santa Úrsula. Hoy, por extinción de las monjas de este convento, el claustro que fue demolido es ocupado por uno de los edificios principales de la Universidad Católica. Destaca en su portada la escultura de Santa Ursula en una hornacina y durante la guerra civil aquí se instaló una de las checas o centros de tortura de más triste recuerdo de aquellos días.