Se dice que entre las órdenes que concurrieron a la conquista de Valencia fue la de los Caballeros de Santiago la primera de ellas y a ellos donó Jaime I terrenos para que construyeran iglesia y casa, cerca de la Puerta del Cid, en el muro de la puerta de la Trinidad y muy cerca del Temple. Aquella pequeña ermita y habitación con título de priorato, hoy desaparecida y ocupada por un bloque de viviendas, recibió el nombre de San Jaime de Uclés en recuerdo del lugar en que se hallaba la fortaleza sede de la Orden de Santiago que durante muchos siglos se mantuvo en el mismo lugar de su fundación y hoy nos recuerda el nombre de una calle. Esos restos se llevaron al Convento de la Puridad. La primitiva ermita se demolió en el año 1765 para hacerse una nueva que desapareció siglos después. Aseguraba un ilustrado que en ella se conservaron los restos del penúltimo rey de los moros de la ciudad Zeit Abu Ceit.