La ermita de San Miguel de Villafamés, patrón de la localidad, se localiza en la ladera del Monte Mollet y se accede a la misma a través de una pista forestal. La construcción de la ermita se debe a la fundación piadosa de Pere Albella, quien dejó establecido en su testamento que una parte de sus bienes se destinasen para la construcción de una ermita. Se trata de una construcción sencilla datada en 1640, de amplia fachada con ventanas y un espacioso porche con arcadas. Se estructura en dos partes, la religiosa, con una sala para el culto de planta rectangular con coro alto en los pies y la sacristía lateral y hospedería para ermitaño y masoveros. Frente a la edificación existe una gran plaza y a escasa distancia hay un manantial. En la Iglesia Parroquial hay un moderno retablo policromado dedicado al santo.