Nos cuenta el texto piadoso de este gozo que esta talla de Jesús Nazareno estuvo en poder de los infieles otomanos y que llegó a ser arrastrada por las calles de Fez. También dice que fue arrojada a los leones para ser devorada pero que fue respetada por estos. Tiempo después, fue rescatada por los trinitarios descalzos, previo pago de su botín, y fue protectora contra pestes y partos.
El Convento de Trinitarios Descalzos de Valencia fue fundado en el año 1702, mientras que la primera piedra de la iglesia fue puesta en el año 1681. Su fachada era sumamente sencilla y tenía como parte más notable el panteón. Sobre su puerta se levantaba un nicho con la imagen de medio cuerpo de Nuestra Señora de la Soledad, titular de la iglesia y el convento. La fachada que recaía a la muralla era relativamente pobre y se poblaba de pequeñas ventanas que eran las celdas de los frailes. Con la desamortización no se consideró apto el edificio para ninguno de los fines de aquella. Todo este conjunto arquitectónico desapareció y hoy es ocupado por una manzana de pisos. Esta orden de los Trinitarios descalzos, fundada por San Juan de Mata y San Félix de Valois, tenía como fin redimir a los cristianos cautivos en poder de los musulmanes.