La ermita de San Alberto de Relleu tiene su acceso por un camino salpicado por los casalicios de un Vía Crucis, cuya última estación se sitúa junto a la ermita. No se sabe cuando fue construida, aunque en 1710 ya lo estaba. Se trata de un edificio exento, fabricado con mampostería revocada en blanco. Su puerta de madera tiene una pequeña ventana para ver al Santo y rótulo con azulejo. La planta es de nave única rectangular. De las imágenes populares del santo resalta aquella en la que aparece pisando una especie de bestia que representaba las plagas y enfermedades y por eso se le consideraba protector contra la peste. Actualmente es el patrono de la juventud local.
San Alberto de Sicilia, santo carmelita, nació en el seno de un matrimonio que no tenían hijos y después de rogar a la virgen le concibieron, prometiendo entonces consagrarle al servicio de la Iglesia. Fue un alumno aventajado y rápidamente fue ordenado sacerdote, después de lo cual fue enviado a Messina donde obró alguno de sus milagros, consiguiendo que a la ciudad sitiada llegaran milagrosamente algunas naves con cargamentos de víveres. También se le adjudican otros milagros como la cura de enfermedades físicas y espirituales ya que expulsaba a los demonios y se hizo muy famosa su agua bendita que curaba todo tipo de dolencias y facilitaba los partos.