San Diego de Alcalá tiene un altar lateral dedicado con su imagen en la Iglesia de Nuestra Señora de los Angeles de Tuéjar, localidad de la que es patrón. El edificio es una muestra representativa de la primera arquitectura barroca valenciana, que posee además influencias castellanas. El patronazgo de San Diego proviene del asentamiento de frailes franciscanos que aquí hubo a finales del S.XIV ya que este santo perteneció a esta orden.
San Diego, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, se distinguió tanto en las islas Canarias como en la iglesia de Santa María de Araceli de Roma, por su humildad y caridad en el cuidado de los enfermos de peste. Desde muy joven abrazó la vida eremítica, dedicándose por entero a la oración y al trabajo. Posteriormente ingresó en la Orden franciscana, como hermano lego, y desempeñó con toda humildad los oficios más sencillos.
