En la zona circundante a Benferri existió una ermita dedicada a Santiago el Mayor desde el año 1470. El edificio debió caer en ruina y en su lugar se levantó un nuevo templo en el año 1619 que su mecenas, D.Jerónimo de Rocamora y Tomás, señor de Benferri, dedicó a San Jerónimo. El templo actual, que sustituyó al anterior, se comenzó en 1718 acabándose en 1722 en un estilo renacentista tardío, próximo al barroco clásico, aunque poco queda de su arquitectura original. En efecto, se han realizado reformas posteriores, entre los años 70 y 80, que afean el templo y ocultan su imagen original, como el revestimiento de la fachada con zócalo de piedra o el pavimento interior de terrazo.
San Jerónimo nació en los Balcanes a mitad del S.IV, y consagró toda su vida al estudio de las Sagradas Escrituras. Sus últimos 35 años los pasó en una gruta junto a la Cueva de Belén. Varias de las ricas matronas romanas que él había convertido con sus predicaciones y consejos, vendieron sus bienes y se fueron también a Belén a seguir bajo su dirección espiritual. La Iglesia ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender la Biblia y también de los traductores.
