El 28 de enero de 1885 llegó a Carlet Micaela Grau, que sería la fundadora de las Hermanas de la Doctrina Cristiana. Es entonces cuando el convento de los Padres Dominicos se convierte en la residencia de la nueva comunidad. Las hermanas participan en la enseñanza de los niños y en la atención a los enfermos y a los más necesitados. La madre Micaela, atendiendo a los enfermos del cólera, es contagiada y muere en Carlet un 24 de junio de 1885. Las Hermanas de la Doctrina Cristiana continuarán en Carlet a través de la enseñanza en el colegio, en la catequesis y enseñando costura y bordado a las jóvenes. Cuando desapareció el colegio en 1970 las hermanas continuaron prestando servicio al pueblo a través de la parroquia y de la asistencia sanitaria al Hospital de Carlet. Este gozo nos habla de la reliquia de una espina de la corona de Cristo que las monjas pudieron salvar en el año 1931.