En el centro de Bétera
se encuentra un conjunto formado por el Calvario, la ermita de la Divina
Pastora y el Panteón de Dos Aguas. El calvario fue situado en el primitivo
cementerio. La entrada se encuentra en la plaza del Calvario donde se sitúa la
estatua al Marqués de Dos Aguas. El acceso se realiza por una portada de tres
arcos de medio punto que dan paso al calvario propiamente. En el recinto se
disponen casilicios con diferentes advocaciones marianas y santos, con
oraciones en verso dedicados por distintas familias. Tras la plaza, y en el eje
de la misma, se encuentra la ermita de la Divina Pastora, o popularmente la "pastoreta”, realizada entre 1798 y 1853. Se trata de una construcción de una
sola nave con tres capillas a cada lado.
No se sabe con certeza
cuándo comenzó a celebrarse esta fiesta, pero sí que tiene profundas raíces en
la población de Bétera. Esta comienza con la celebración del traslado de
la Virgen de la Ermita de la Divina Pastora hasta la Parroquia de la Purísima
Concepción. Este traslado, aunque se denomina procesión, simula más bien una
romería, pues casi todos los niños y niñas del pueblo, entre uno y seis años,
disfrazados de pastorcitos y pastorcitas, acompañados por sus familiares, van
delante de la Virgen en su recorrido. Por la tarde del día siguiente se repite
la procesión, pero con otro recorrido, para devolver la imagen a la Ermita. Es
típico que, durante la procesión, muchas casas enciendan bengalas en la puerta
cuando pasa la Virgen. Todos los años el "Horno de la Pastora" dedica
una "disparà" a la Virgen