Nos cuenta el amigo Emili Selfa que, siendo Beniopa
un pueblo de fuertes tradiciones arraigadas al mundo rural donde los animales
para el trabajo agrícola o para el transporte eran una de las bases de la
economía local, la fiesta de San Antonio Abad siempre ha sido la gran fiesta del
invierno. En la iglesia parroquial de Santa María Magdalena tenemos altar para
los dos Antonios. En el nicho mayor preside el de Padua y en uno de los más pequeños
a sus pies el Abad. Desde siempre han sido los carreteros los encargados de la
preparación de la fiesta. Aunque desde hace muchos años el porrat es el eje de
la fiesta, este es de tradición moderna. La fiesta esencialmente consiste, el
día de la víspera, en una gran verbena de fuego en la plaza del Campanario en
honor al santo, con reparto de buñuelos y mistela. El día de la fiesta, después
de la misa mayor, la bendición del pan bendecido, las algarrobas y los animales,
que congrega a multitud de vecinos y que consigue una gran desfile de todo tipo
de caballerías y carruajes, tanto de trabajo como de montar, así como todo tipo
de animales domésticos. Acaba el desfile con el carro del santet que recorre las
calles de la población.