La Ermita de Santa Marta de Cullera está construida
aprovechando las paredes de un abrigo rocoso en cuyo interior se localiza un
manantial, y su techo lo forma, en parte, la visera de la propia cavidad en
cuyo lado derecho se abre un rústico arco de medio punto que da acceso a la
capilla propiamente dicha. En ella existe un tosco altar hecho con piedras y,
sobre una repisa, se venera la imagen de Santa Marta, que es moderna ya que la
original desapareció. Originariamente fue una gruta natural alrededor de la
cual se erigió la ermita, cuya primera noticia data de 1538 y en 1565 ya se
documenta la existencia de ermitaño en ella. Adjuntamos un bello panel devocional que se halla en un edificio de la localidad.