Los vecinos de Montaverner recuerdan con la fiesta del "Ball de la Bandera"
cómo San Blas liberó a su población de
una epidemia de difteria en el año 1678. Y es que durante el siglo XVII la
difteria contagió masivamente a los habitantes de la localidad, causando la
muerte de gran parte de la población. Una representación de vecinos y
autoridades que carecían de una imagen de San Blas, abogado contra las
enfermedades de la garganta, acudieron a la cercana localidad de Bèlgida con el
propósito de trasladar la imagen que allí existía. Cuando la imagen de San Blas
entró en Montaverner, se obró el milagro, ya que sus habitantes sanaron de la
enfermedad que amenazaba sus vidas. Desde entonces se le venera como patrón.