De las reformas sufridas por el Convento de San Francisco de Valencia hasta fines del S.XVII hay que destacar la realizada en su Capilla de la Purísima Concepción, advocación típicamente franciscana y que hacía las veces de Capilla de la Comunión. Esta fue realizada por los arquitectos Bautista y Francisco Pechuán, el escultor José Cotanda y el dorador Fontanet. La Archicofradía de la Purísima Concepción tenía su sede en esta capilla, que se cubría con cúpula y que se hallaba en la salida de uno de los dos claustros que tuvo el convento. En ella se veneraba la famosa imagen de la Nuestra Señora de las Nieves.