Nos cuenta el amigo Aureliano Lairón que en el siglo
XVIII ya se veneraba en Alzira, una imagen de la Divina Aurora que sería
una imagen itinerante de estar en domicilios particulares de unos "clavarios"
que cada año iban cambiando. Sabemos que el sacerdote Vicente Agrait y Salvador (Valencia, 1698-?), Vicario
Perpétuo y párroco de Santa Catalina y Santa María de Alzira, escribió en
1751 (lo publicó la imprenta de José Esteban Dolz de Valencia) una Oración
Panegírica en los solemnes cultos y festivos aplausos que consagró la juventud
de la villa de Alzira, alistada en una Congregación nuevamente erigida y.
empleada los días festivos en el primero egercicio del Rosario de María
Santísima al amanecer, celebrados en su Parroquial Iglesia de Santa Catalina,
Virgen y Mártir, Dominica segunda de Noviembre, día del Patrocinio de Nuestra
Señora, año 1750.
La Cofradía, a la que pertenecían un buen número de muchachos de la
localidad, se fundó, pues, en el siglo XVIII. A la imagen se le cantaban
unos Gozos que daban buena cuenta de la devoción existente.
Tradicionalmente
esa imagen estuvo vinculada en nuestra ciudad a la juventud que la honraba
con el rezo del rosario los domingos al amanecer. Aún hemos oído a nuestros
mayores cantar: "A la Aurora, tenéis a la puerta, tenéis a la puerta/
pidiendo limosna, pidiendo limosna si la queréis dar/ pidiendo limosna si la
queréis dar". Actualmente se rinde culto a la Divina Aurora en una imagen
que labró, a instancias de su Cofradía, el escultor alzireño Ramón Cortés
Roig en 1943.
La Cofradía
languideció aunque por los años sesenta del siglo pasado se recuperó de la mano
del joven Antonio Sancho Sayol. Posteriormente, en 1987, la Cofradía pasionista
del Descendimiento de la Cruz (El Devallament de la Creu) se
encargaría de la imagen, que es festejada anualmente, el primer domingo
del mes de mayo, con una misa solemne y una posterior procesión. La Divina
Aurora se celebraba en Alzira antiguamente (antes de la Guerra Civil y hasta
los años 60 del siglo XX) el 6 de enero y, a veces, la solemnidad se llevaba a
cabo en un templo diferente al de Santa Catalina donde estaba erigida la
Asociación. Así, por ejemplo, tenemos constancia de que la fiesta del año 1928
la celebró la Cofradía en el templo exconventual de Sant Agustí.