La Iglesia de los Santos Juanes de Estivella fue erigida como rectoría de moriscos en 1535,
conservando de esta época el "Retablo de la Sangre" (1538), con las
representaciones de los sacramentos naciendo del costado de Cristo. El nuevo
templo, bendecido en 1675, se alza junto al gran campanario, del estilo
característico de Mínguez, que conserva restos de policromía. El
interior de la iglesia mantiene en excepcional buen estado casi todos los
elementos originales, entre ellos el monumental retablo mayor barroco con
detalles rococó del S.XVIII de talla dorada y uno de los pocos de estas
características conservados en Valencia, junto con hermosas imágenes, como el
San José (1784), atribuido al gran escultor académico José Esteve. También
posee un museo parroquial con arte sacro.