El Convento de la Encarnación de Valencia fue fundado en el año 1502 y se disputaba con
el Convento de Santa Isabel, después La Puridad, la advocación de la Purisima Concepción. Estos gozos fueron escritos para el Convento de la Encarnación
ya que los carmelitas veneraban en un principio como patrona y titular a la
Inmaculada Concepción, lo que les hizo pensar que les concederían el título de
la Concepción. No fue así ya que el Papa Clemente VII en 1534 concedió a las monjas del Convento de Santa Isabel (Tia
de Jaime I) , que se denominaran de
"La Purisima Concepción, como privilegio exclusivo". Además impedía
el Papa que las monjas de la Encarnación usaran el mismo nombre. El Convento de
la Encarnación tomó entonces el nombre de "Convento de la Encarnación del
Verbo Divino" y el Convento de Santa Isabel cambió su título por el de La
Puridad. Fue como se ve una época marcada por las luchas dogmáticas.