La hipótesis más probable de la llegada de la advocación
de la Virgen del Milagro a Rafelbuñol, según nos cuenta el cronista de la
localidad, es que fuera traída desde Cocentaina por un miembro de la familia
Corella, Condes de Cocentaina que emparentaron con el señor de esta localidad, y la trajera a su palacio.
Era obviamente una copia del S.XVII del cuadro original que se venera en
Cocentaina y que tiene una copia en
Relleu. Con el tiempo pudo pasar a ocupar un espacio en la anterior iglesia y,
con la construcción de la nueva Iglesia de San Antonio Abad en el año 1750, se le
dedicó en el templo una magnífica capilla lateral con escalera trasera de acceso. Su trono
fue una magnífica obra de Esteve Bonet. Adjuntamos dos imágenes en que aparece representada esta Virgen en el hogar del sindicato y en una casa particular del pueblo.