La Calle del Calvario de Costur asciende por una pequeña elevación y, tras un corto recorrido, acaba en las puertas del cementerio frente al que se extiende el recinto del Calvario. Es éste un terreno irregular y pedregoso que incluye las estaciones del Vía Crucis en piedra sin enlucir escoltadas por los típicos cipreses, delimitado y cerrado por un muro de obra blanqueado y de escasa altura. En una de sus esquinas, junto al camposanto y perpendicular a su entrada, se levanta la Ermita del Calvario construida en el año 1910. Se trata de una pequeña capilla cuadrangular de muros blanqueados, con techo de barraca y fachada con un vistoso frontón curvilíneo que sobrepasa holgadamente el hastial y engloba en su centro el hueco para la espadaña con campana. La puerta de entrada es de dos hojas de madera bajo arco rebajado. Sobre ella hay un panel cerámico con la última estación del Calvario, un farolillo de forja y un óculo redondo. El Cristo del Calvario es copatrono de Costur junto a la Virgen de la Asunción.