domingo, 28 de octubre de 2012

GOZOS A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA, según se cantan en las Religiosas Franciscas de la Santísima Trinidad de Valencia.




Sor Isabel de Villena, como Abadesa del Convento de la Trinidad y defensora a ultranza del dogma de la Inmaculada Concepción, decía; “Yo, que por naturaleza soy clemente y omnipotente, he preservado a mi madre de aquella ley común que hice, airado por el pecado de Adán, que todos los hijos de él en adelante fuesen concebidos en pecado, la cual ley no fue hecha para mi madre. Y os digo que es muy miserable de corazón quien cree lo contrario, y es de rústica naturaleza quien quiera igualarla en todo a las otras criaturas, y más bestia que persona quien no sabe hacer diferencia de persona a persona, porque ésta a quien tal dignidad se comunica de ser madre mía no debe ser igualada con las otras, antes bien sobre todas exaltada, loada y magnificada”.
El retablo que había en el altar mayor de la Iglesia del Convento de la Trinidad de Valencia hasta finales del S.XVIII era similar a los existentes en las Iglesias de San Nicolás y en la de San Lorenzo y estaba construido en madera dorada y policromada. En su tercer cuerpo, que se elevaba hasta la bóveda, había un nicho mediano y en él una imagen de la Virgen en su Inmaculada Concepción. El retablo actual, de estilo neoclásico, fue levantado tras la destrucción napoleónica del anterior y constaba de un solo cuerpo con altas columnas corintias rematadas hasta el año 1936 por una imagen de la Inmaculada Concepción que desapareció. Hoy, en la sala capitular del convento hay una imagen de la Inmaculada Concepción con los emblemas de la letanía lauretana.