El antiguo convento mercedario de San Miguel de Xátiva acogió la actual iglesia de la Merced y llegaba hasta más allá de la actual calle dels Hostals donde todavía quedan restos de su antiguo claustro y parte de su huerto dentro de algunas casas particulares. Este convento se funda dentro del antiguo barrio de “les barreres” el 12 de noviembre de 1251 y por ello el actual templo parroquial ostenta en su fachada principal la imagen de San Miguel.
Pedro IV de Aragón “El Ceremonioso” mandó derribar el convento para que no sirviera de refugio a las tropas unionistas y más tarde ayudó a su reedificación en estilo gótico ya en el año 1358. Este templo fue incendiado en 1707, con motivo de la Guerra de Sucesión del Borbón Felipe V, siendo reparado posteriormente en 1715 por los mercedarios y dándole ya el nuevo nombre de Iglesia de Nuestra Sra. de la Merced. El 17 de Febrero de 1821, ante el peligro de derrumbamiento que ofrecía el cercano templo parroquial de Santa Tecla debidos al terremoto del 25 de marzo de 1728 y a los deterioros por la Guerra de Sucesión, se trasladó el culto de dicha parroquia al templo de la Nuestra Señora de la Merced. En el año 1835 los mercedarios abandonaron el convento por la desamortización y, como el resto de templos de la ciudad en la guerra civil, el templo también sufrió los consiguientes destrozos y saqueos.
Pedro IV de Aragón “El Ceremonioso” mandó derribar el convento para que no sirviera de refugio a las tropas unionistas y más tarde ayudó a su reedificación en estilo gótico ya en el año 1358. Este templo fue incendiado en 1707, con motivo de la Guerra de Sucesión del Borbón Felipe V, siendo reparado posteriormente en 1715 por los mercedarios y dándole ya el nuevo nombre de Iglesia de Nuestra Sra. de la Merced. El 17 de Febrero de 1821, ante el peligro de derrumbamiento que ofrecía el cercano templo parroquial de Santa Tecla debidos al terremoto del 25 de marzo de 1728 y a los deterioros por la Guerra de Sucesión, se trasladó el culto de dicha parroquia al templo de la Nuestra Señora de la Merced. En el año 1835 los mercedarios abandonaron el convento por la desamortización y, como el resto de templos de la ciudad en la guerra civil, el templo también sufrió los consiguientes destrozos y saqueos.
