Existió una capilla dedicada al Cristo de las Misericordias en el antiguo Convento de la Corona de Religiosos Recoletos de San Francisco de Valencia. Adjuntamos un curioso documento en el que se expresan las indulgencias concedidas a su Congregación.
En el año 1538 los monjes agustinos se trasladan desde Beniferri a un nuevo monasterio cerca de la puerta medieval cristiana conocida como "dels Tints" con sus muros pegados a la muralla. El nombre de la puerta le viene por ser este el barrio donde ejercían su actividad los tintoreros ya que por este lugar pasaba la acequia de Rovella, elemento necesario para el ejercicio de su quehacer diario. En el año 1541 los agustinos dejaron el convento y el mismo fue ocupado por las monjas del Convento de San Julián y del Convento de la Esperanza, ambos de Valencia. La actividad de los tintoreros era muy molesta y la presencia de la cercana mancebía era conflictiva pues era el barrio donde las prostitutas ejercían su profesión y ello provocó que las monjas del Convento de San José decidan abandonar el cenobio en 1556 para trasladarse a la Capilla de Santa Tecla en la actual Calle del Mar. El convento fue vendido en 1563 a los monjes franciscanos que se instalaron en él y lo pusieron bajo la titularidad de la Coronación de Cristo, popularmente conocido como Convento de la Corona y del que toma nombre su calle. En la exclaustración y desamortización de 1835 el convento de la Corona de Cristo se convirtió en Casa de Beneficencia y es hoy Centro Cultural y Museo de Prehistoria.
En el año 1538 los monjes agustinos se trasladan desde Beniferri a un nuevo monasterio cerca de la puerta medieval cristiana conocida como "dels Tints" con sus muros pegados a la muralla. El nombre de la puerta le viene por ser este el barrio donde ejercían su actividad los tintoreros ya que por este lugar pasaba la acequia de Rovella, elemento necesario para el ejercicio de su quehacer diario. En el año 1541 los agustinos dejaron el convento y el mismo fue ocupado por las monjas del Convento de San Julián y del Convento de la Esperanza, ambos de Valencia. La actividad de los tintoreros era muy molesta y la presencia de la cercana mancebía era conflictiva pues era el barrio donde las prostitutas ejercían su profesión y ello provocó que las monjas del Convento de San José decidan abandonar el cenobio en 1556 para trasladarse a la Capilla de Santa Tecla en la actual Calle del Mar. El convento fue vendido en 1563 a los monjes franciscanos que se instalaron en él y lo pusieron bajo la titularidad de la Coronación de Cristo, popularmente conocido como Convento de la Corona y del que toma nombre su calle. En la exclaustración y desamortización de 1835 el convento de la Corona de Cristo se convirtió en Casa de Beneficencia y es hoy Centro Cultural y Museo de Prehistoria.