La parroquia de la
Asunción de Nuestra Señora de
Torrent consiguió tener el cuerpo de un mártir en el año 1846. Por aquellas fechas residía en Roma fray
Jaime Navarro, religioso mercedario natural de
Torrent, quien intercedió ante el papa para que concediera el depositar allí el cuerpo de
San Urbano. Inmediatamente comenzaron los preparativos para recibir el santo cuerpo. Se dispuso su colocación en el altar de
San Felipe Neri, quitando de su retablo el lienzo con su imagen para colgarlo en la pared derecha de la misma capilla. Antes de 1936, a los lados de la capilla se contemplaban pintadas sobre lienzo las imágenes de
San Agustín y de
San Urbano representado por un niño dispuesto sobre unas nubes sosteniendo con una mano la palma del martirio. El cuerpo del santo llegó a la
Valencia procedente de
Roma el día 15 de febrero de 1846, siendo depositado en la Catedral. Al día siguiente, a la una del mediodía, los comisionados acompañados por gran número de vecinos se hicieron cargo del cuerpo, trasladándolo hasta la parroquia de
Torrent, tal como nos cuenta el periódico
Diario Mercantil de Valencia: "
Cien hachas precedían a la Custodia, en la que sobre una urna que contenía las reliquias, se veía la imagen del santo joven de medio cuerpo y plateada con adornos dorados. Inmensa era la concurrencia que con religioso respeto veía el ferviente celo de los labradores en obsequio del santo glorioso, hoy parece se celebra en Torrente una solemne función en la iglesia y por la noche, fuegos artificiales". Adjunto un
grabado.