jueves, 5 de abril de 2012

GOZOS A NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD, a la que se veneraba en su antigua ermita de la Alameda de Valencia.

Un intendente de la Valencia de la época llamado Caballero convirtió la Alameda de Valencia en un frondoso paseo en el que se situó la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad en el año 1715, hoy desaparecida, y las dos torres conocidas como de los guardas que todavía se conservan. El vial de servicio de la Alameda es el lugar concreto en que se situó esta ermita dedicada a la Soledad y de ahí que recibiera dicho vial el nombre de Camino de la Soledad. Su ubicación actual sería el bloque de viviendas entre el número 1 y el 11 a la altura de la fuente que representa a la diosa Flora.
Una de las curiosidades del edificio octogonal era su capilla donde se repetía el número siete en elementos como los siete tableros que cruzaban el piso, las siete ventanas, las siete lámparas de plata que pendían de su cúpula y cada una rematada con una corona de plata en alusión a los siete reinos del rey de España o los Siete Dolores de la Virgen. En su altar mayor se representaba a la Virgen titular en una escultura de Leonardo Capuz. La ermita fue lugar de parada para los paseos de quienes acudían pero desapareció en 1810, siendo el único vestigio que de él queda la reproducción de la cruz humilladero que hay en esa zona. Según la tradición era punto de encuentro del Beato Nicolás Factor, San Juan de Ribera, San Luís Bertrán, los Duques de Feria y Gandía y otros personajes de la ciudad.