La Virgen del Socorro ha estado presente en los principales acontecimientos de la ciudad de Valencia y de España. Por ello, en la entrada de su capilla quiso ser enterrado el arzobispo de Valencia Santo Tomás de Villanueva y numerosos exvotos rodeaban su imagen. La devoción de los artesanos representados por el Gremio de Cinteros y Galoneros del Arte Menor de la Seda fue tan grande que la eligieron por patrona al fundarse en 1738 por Real Cédula de Felipe V. La nueva ubicación del cuerpo del venerable Tomás de Villanueva se hizo dentro de la iglesia conventual del Socorro, hoy Colegio de Jesús y María del que mostramos imágenes de 1900 y 1950, debajo del coro en un lugar elevado; los restos se recogieron en una bella urna. Santo Tomás de Villanueva se hospedó en este Convento del Socorro a su venida a esta capital, costumbre que guardaron sus sucesores para hacer la entrada solemne en la Ciudad, y convento que visitaba con frecuencia y en el que fue enterrado y tuvo su sepulcro hasta 1836, reposando hoy sus restos en la Catedral en la capilla dedicada a él bajo un busto de plata con su cráneo y su lauda sepulcral. Tiene además dos estatuas en el Puente de la Trinidad y en la puerta barroca de la Catedral. El escultor José Esteve Bonet ejecutó una magnífica estatua de Santo Tomás de Villanueva labrada en mármol de una sola pieza para erigirla en la plaza que se abría frente al Convento del Socorro, fundado por el Santo Arzobispo, y situado extramuros de la ciudad. Esta obra escultórica de perfecta ejecución perdió su status público en 1839 al ser retirada de su emplazamiento originario y trasladada al patio del Palacio Arzobispal donde permanece desde entonces. Adjuntamos un bello grabado.