El hito del abandono del cuerpo de San Vicente Mártir en el muladar tras su martirio tuvo lugar a las afueras de Valencia lejos de la muralla romana y en el entorno de actual Plaza de España. Este era un lugar donde existía una roqueta y un humilladero cubierto llamado “Creu del Miracle” y que estaba muy cerca del Monasterio de San Vicente Mártir , lugar que después guardó el sepulcro del Santo. Esa denominación de Roqueta se aplicó tanto a la ermita que se construyó en dicho muladar en recuerdo del santo como al antiguo monasterio mencionado. Es muy posible que en los años posteriores a la conquista de Valencia por Jaime I se levantase algún tipo de construcción en el lugar que bien pudo ser una pequeña ermita similar a las llamadas “iglesias de reconquista”.
Ya a finales del siglo XIV se construyó un santuario de planta cuadrada y de carácter gótico levantino y llevado a cabo por la Abadía Cisterciense de Poblet y su priorato. Su puerta principal consistía en un arco de medio punto adornado con una moldura y una bóveda estrellada que estaba situada en el centro del camino Real de Játiva. Hasta el siglo XVIII no se hicieron reformas en la ermita gótica y en el año 1738 se arrasó esta junto con la cueva que contenía el “llit de Sant Vicent”, que era una escultura de San Vicente acostado, por ser un obstáculo para la remodelación prevista y pasando a colocarse dicha escultura en una urna acristalada. Asimismo, para asegurar que este nuevo santuario barroco y su espléndido altar estuviesen continuamente cuidados, se adosó al edificio una vivienda destinada a un ermitaño. Con la desamortización de Mendizábal la ermita siguió siendo lugar de culto y destino de la romería que tenía lugar en la festividad del Santo con los populares puestos de “porrat”. En el año 1935 la Congregación de los Padres Claretianos quiso instalar en Valencia una sede permanente estableciéndose en la ermita y en el año 1947 los Claretianos adquirieron el edificio de viviendas contiguo a la ermita e hicieron lo propio con esta comprándosela al Arzobispado. El propósito de esta adquisición era realizar en su solar la construcción de un nuevo templo que comenzó en 1949, indignando el derribo de la ermita a numerosos valencianos que veían impotentes tal atropello a la historia. Por último , en el año 1975, se construyó la actual Parroquia de San Vicente Mártir que sustituía a la parroquia anterior, menos funcional ,y de la que mostramos una lápida que recuerda el 25 aniversario de su ermita a parroquia. Esta conserva una cripta con un altar dedicado y paneles de azulejos que relatan escenas de la vida de San Vicente ( relato de su historia , la orden de retorcerlo en castellano y latín , memoria del lugar donde fue lanzado , y dos paneles con la comparecencia ante Daciano y el martirio de la Almoina). También se conserva la escultura barroca que existía y parte del muro de la antigua ermita ... la misma que hoy recordamos con nostalgia.