El templo parroquial de Almudaina está dedicado a San Bartolomé Apóstol. Su origen se remonta a finales del siglo XVI, pero es resultado de obras y remodelaciones de distintas épocas. Es un edificio de gran sencillez de planta basilical, cubierto con una bóveda de medio cañón, ábside rectangular y con un pequeño pórtico a la entrada. Tiene pequeñas capillas laterales. Las de la parte derecha se comunican y la del centro, de mayor tamaño y con una sencilla cúpula, se dedica al Santísimo. En el ábside se abren dos estancias, la de la derecha se utiliza como sacristía. A los pies del templo está el campanario y una tribuna superior destinada a coro. La decoración del edificio es bastante sobria con motivos clásicos. Hay diversas imágenes, entre ellas la de San Canuto, patrón tradicional de los jóvenes que eran llamados a quintas. Popularmente se le atribuía el oficio de controlador de las llaves de paso de la lluvia pues canut significa grifo.
San Canuto fue Rey y mártir de Dinamarca en el año 1086. Canuto luchó contra sus enemigos bárbaros y condujo a las tierras de Curlandia y Livonia hacia la fe. Este fue un gobernador rudo pero la felicidad de su pueblo y los intereses por la iglesia fueron los objetivos más importantes para él al construir cientos de templos. Su austeridad era tan similar al hábito de sus rezos. Su pueblo se sublevó contra él debido a los abusos de algunos recaudadores de impuestos y Canuto se retiró entonces a la isla de Funen y, en su iglesia de San Albano, el rey y dieciocho hermanos fueron rodeados y asesinados. Su símbolo es una lanza o flecha en memoria de la manera en que fue su muerte.