jueves, 17 de noviembre de 2011

GOZOS DEL PAPA SAN PIO V DEL ORDEN DE PREDICADORES, Abogado especial contra la tos, venerado en su convento de Valencia.


El Convento de San Pio V de Valencia, junto con su hospital, fue un conjunto construido entre los años 1683 y 1744 en estilo barroco con el impulso del entonces arzobispo Fray Juan Tomás Rocaberti. Su destino era el de ser residencia de misioneros y colegio de Clérigos menores, teniendo como arquitecto principal a Juan Bautista Pérez Castiel. En el año 1819 el antiguo edificio de San Pio V fue destinado a academia militar para cadetes. Después en 1826, sirvió de primer local de la Casa de Beneficencia creada entonces. Más tarde, en 1835, se destinaron los locales a almacén de efectos militares y como depósito de Intendencia y en el año 1843 se instaló allí el hospital militar que permaneció largos años hasta que fue trasladado a un nuevo edificio. Durante la guerra civil española el edificio seguía siendo Hospital Militar. Previas las necesarias reformas arquitectónicas y de adaptación, fue trasladado en 1946 a este edificio el Museo Provincial de Bellas Artes que desde el año 1839 se hallaba en el antiguo edificio que había sido Convento del Carmen y por ello las reverendas Madres de la Orden de Nuestra Señora del Loreto se trasladaron a su nuevo Colegio, construido de nueva planta. También es sede de la Real Academia de Bellas Artes.
San Pío V perteneció a la Orden de los Dominicos y fue inquisidor antes de llegar al pontificado. Como pontífice, llevó adelante la reforma de la Iglesia propugnada por su antecesor Pío IV tras el concilio de Trento y se reforzó la Inquisición romana y se introdujo el Índice de libros prohibidos. Su política de catolicismo militante le llevó en 1570 a excomulgar a Isabel de Inglaterra, lo que agravó aún más las relaciones con este país. Partidario de la cruzada contra los turcos, formó la Santa Liga con el apoyo de Venecia y España. La flota de la Liga logró vencer entonces a la escuadra otomana en la batalla de Lepanto en 1571. En 1712 fue canonizado por Clemente XI.