viernes, 18 de noviembre de 2011

GOZOS AL GLORIOSO MARTIR SAN FERMIN, cuya imagen se venera en el muy religioso convento de Trinitarios Descalzos de la Ciudad de Valencia.


El Convento de Trinitarios Descalzos de Valencia fue fundado en el año 1702, mientras que la primera piedra de la iglesia fue puesta en el año 1681. Su fachada era sumamente sencilla y tenía como parte más notable el panteón. Sobre su puerta se levantaba un nicho con la imagen de medio cuerpo de Nuestra Señora de la Soledad, titular de la iglesia y el convento. La fachada que recaía a la muralla era relativamente pobre y se poblaba de pequeñas ventanas que eran las celdas de los frailes. Con la desamortización no se consideró apto el edificio para ninguno de los fines de aquella. Todo este conjunto arquitectónico despareció y hoy es ocupado por una manzana de pisos. Esta orden de los Trinitarios descalzos, fundada por San Juan de Mata y San Félix de Valois, tenía como fin redimir a los cristianos cautivos en poder de los musulmanes. Existe un altar lateral en la contigüa iglesia del Temple dedicada al santo y que desconocemos si pudo ser la imagen que aquí se veneraba.

San Fermín de Amiens fue un misionero nacido en Pamplona que, bajo la tutela de San Honesto, aprendió la religión y el arte de la prédica. A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado. Tras predicar en Navarra, marchó a Francia, donde se asentó en Amiens y, habiendo organizado la construcción de la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años. La oposición oficial a la doctrina cristiana le granjeó la cárcel, donde, tras negarse a cesar su prédica, fue decapitado a los 31 años de edad.