La localidad de Vinalesa atribuye a su patrón San Honorato haber salvado la población en las dos riadas que la afectaron en los años 1651 y 1957. La devoción a San Honorato está presente en Vinalesa desde al menos el S.XV y fue en la centuria siguiente cuando se edificó un santuario en su honor que, posteriormente, dio origen a la actual parroquia dedicada a San Honorato, Arzobispo de Arlés, que es de estilo neoclásico del S.XVIII y cuenta con un gran retablo. Y es que, desde el siglo XVII, los fieles de Vinalesa han celebrado procesiones por las calles de la población cuando el barranco del Carraixet ha amenazado con desbordarse.
San Honorato, nacido en el siglo IV en la que actualmente es la ciudad alemana de Tréveris, se convirtió al cristianismo tras encontrarse con unos monjes mientras estaba cazando a un ciervo con unos amigos. Tras ello, fundó un monasterio en una isla dedicada a su nombre frente a la localidad francesa de Cannes. En dicha isla existe en la actualidad un monasterio cisterciense.