La ermita del Cristo de la Providencia de Anna fue construida a mediados del siglo XVIII y es una de las más bellas de la Comunidad Valenciana. Se trata de una construcción de planta cruciforme, coronada con cúpula. La fachada principal es neoclásica y la lateral posee un reloj solar típicamente valenciano y unos versos dedicados al Cristo. Al pie de la ermita se construyó el Calvario con donaciones populares. Destacan dos piezas repujadas de cobre de gran patetismo y dos pinturas inspiradas en obras de Rafael y Rubens y la imagen del Santísimo Cristo, que fue adquirida y traída a la Parroquia de Anna por el religioso Fray Luciano Yago Francés y fue colocado en principio en el altar principal de esta parroquia en el año 1702. Actualmente se encuentra en la Ermita y se le celebra desde el año 1796.