El origen de la advocación a la Vírgen de Santerón parece ser una gran sequía que asoló la zona en 1524 y aumentó los efectos de la peste. Esta situación hizo que los vecinos de la localidad acudieran en busca de la imagen de la Virgen que en su día se apareció a un vecino de Vallanca en la cercana localidad castellana de Santerón. La tradición dice que, tras llevar la imagen a Vallanca y dedicarle un novenario, la epidemia desapareció y los enfermos mejoraron. Poco después, la imagen fue devuelta a su ermita y los vecinos de Vallanca acordaron repetir el rito cada siete años en agradecimiento a la Virgen. Lo más característico de la Romería de Santerón es el trayecto que se recorre, pues los santerones, peregrinos de santerón, inician su marcha en Vallanca, y se desplazan hasta la ermita de Santerón, atravesando la serranía de Santerón, en la zona más meridional de los montes de Albarracín. Los miembros de la Cofradía de Santerón, que organiza el evento romero, sacan de la ermita la imagen de la Virgen, disponiéndola sobre unas andas. De esta forma se inicia el camino inverso. La llegada de la Virgen siempre es multitudinaria, impregnada de penetrante religiosidad popular.
