La ermita que cobija el Cristo del Mar tiene al parecer sus antecedentes en tiempos anteriores a la reconquista cristiana del siglo XIII. Y es que existen noticias que había junto al mar una pequeña ermita dedicada a Santa Cándida a la cual el rey Jaume I obsequió en el año 1233 una talla de madera de la Mare de Deu del Mar, cambiándose entonces la titularidad del templo por el de la Virgen del Mar. La imagen religiosa más antigua de Benicarló, la Virgen del Mar, se muestra en su lugar actual de la parroquia de San Pedro Apóstol siendo una bella talla polícroma del S.XIII. La Virgen del Mar es una talla de bulto que representa a Santa María, recta y mayestática, acompañada inicialmente por el Niño, que hoy no conserva. Sobre la cabeza, un arreglo moderno que permitía encajar una corona de orfebrería sustitutiva de la original de madera dorada. Ambas manos están mutiladas, pero con seguridad debió sostener en la derecha una fruta, posiblemente una manzana, o naranja, y con la izquierda conformar la sede de su Hijo, sentado sobre la rodilla del mismo lado y presentado a los hombres como Salvador. En las festividades falleras de cada año es obsequiada con una ofrenda floral por todas las comisiones de la localidad.