Cuando el Rey Jaime el Conquistador estaba luchando por entrar en Valencia, acampó en los terrenos que hoy ocupa el pueblo de Alfafar. Se dice que vieron una noche los soldados siete resplandecientes estrellas que bajaban sobre aquel sitio. El Rey mandó que se cavara la tierra y encontraron la imagen de una Virgen morena con el niño en brazos; estaba dentro de una pila, y tapada con una campana, teniendo dentro un cáliz de oro con piedras preciosas alrededor, así como una crismera de plata maciza. Al ver tan preciado tesoro el Rey exclamó “¡Oh gran Don¡". De ahí el nombre que se le dedicó a la Virgen encontrada.
En el año 1936 fue incendiada la Iglesia Parroquial donde se venera la imagen así como el altar que tenía de madera, la derrocaron desde su camerino y la rompieron en pedazos. Hubo fieles que recogieron los trozos que pudieron y se los llevaron a sus casas; terminada la guerra, los vecinos que habían recogido aquellos trozos los devolvieron para su reconstrucción, cosa que se hizo pudiendo recoger hasta 43 pedazos, quedando parte sin cubrir en la espalda. La advocación de la Virgen del Don poseía tres imagenes; la original del siglo XIII, que se encuentra en su camarín, precediendo el altar mayor, la imagen procesional de 1943 y otra del siglo XVII en el Colegio del Patriarca. La imagen procesional del siglo XVIII fue quemada en los sucesos del mes de Julio de 1936.
Cuento historiado de Nuestra Señora del Don.