Nos cuenta Aureliano Lairón que el origen del Santuario de Santa Maria del Lluch de Alzira está ligado a un antiguo ermitorio destinado a la veneración del Salvador, devoción muy extendida por tierras valencianas durante la conquista cristiana del rey Jaime I. El día 5 de agosto del año 1699 fue trasladada en solemne procesión la imagen de la Virgen del Lluch desde la villa de Alzira al ermitorio de la Muntanyeta. Se suscitó rápidamente una gran devoción entre el pueblo que muy pronto comenzó a venerarla como patrona de la ciudad, de manera que el ermitorio del Salvador pasó a ser conocido también como de la Virgen del Lluch. Para celebrar la entrada del siglo fue instalada, junto a la ermita, una gran cruz de que es la que actualmente se conserva la explanada del Santuario. En el año 1948 se nombró a la Virgen del Lluch como Alcaldesa Honoraria Superior Perpetua de la ciudad.