El famoso castillo de Montesa encerró durante cuatro siglos el sacro convento de Montesa, el templo que aparece al Sur del claustro y la sala capitular al Este, estando la torre del homenaje a Oriente sobre un alto peñón cerca del cuál se apoyaba la grieta de los peñascos sustentantes de la fortaleza. No cabe duda que este castillo fue grandioso y recio, como siguen pregonando sus ruinas y parece que en el centro de la fortaleza estaba la plaza de armas y a su alrededor los cuarteles, el palacio del maestre, el convento y la iglesia.
En sus orígenes fue un castillo moro que fue conquistado en el siglo XIII por Jaime I de Aragón y en el año 1317 se creó la milicia de Santa María de Montesa de carácter cisterciense benedictina para su defensa contra los moros rebeldes. Y así se hizo y perduró los terremotos de 23 de marzo y 2 de abril de 1.748 que sepultaron en el templo a frailes y hubo 21 muertos pudiéndose salvar otros tantos descolgándose con cuerdas por las altísimas murallas. Nuestra Señora de Gracia tiene una amplia devoción en el Mediterráneo y pudo ser la titular de este convento. Adjuntamos un cuadro de Antonio Peris titulado "Nuestra Señora de Gracia y los grandes maestres de Montesa".