Nos cuenta el Cronista de Alcora D.José Manuel Puchol que, a finales del siglo XVII, aparecieron tres peregrinos en el vecino pueblo de Figueroles. El mayor de los tres cayó enfermo, impidiéndole continuar su camino con sus compañeros. Los otros dos, más jóvenes, dejaron dicho pueblo y salieron camino de Costur y l´Alcora. Los peregrinos demandantes de asilo, pidieron posada en una casa ubicada en la Cuesta Nueva. Los propietarios de la casa al verlos en aquellas circunstancias, tuvieron compasión y les ofrecieron comida y posada. Al día siguiente, sorprendidos los caseros porque los celebres huéspedes tardaban en salir de la habitación, llamaron repetidamente a la puerta, no recibiendo ninguna respuesta desde el interior. Se pasó parte de lo ocurrido a las autoridades, las cuales se personaron rápidamente en dicho domicilio procediendo a descerrajar la puerta de la habitación.
Mayúscula fue la sorpresa al comprobar que en su interior no había nadie, careciendo el habitáculo de ventana y balcón. Sobre la impecable cama que no había sido usada, se encontraba una escultura de Cristo clavado sobre una Cruz. Los dos peregrinos regresaron a Figueroles y enterraron cristianamente al compañero que había quedado enfermo.Cuando fueron a recoger las pertenencias del finado, encontraron sobre su cama un extraordinario crucifijo.Ante los asombrosos hechos, el vecindario de ambos pueblos decidió construir , en Alcora una magnífica ermita llamada del Calvario por estar próxima a este para albergar la imagen de su Cristo que domina el pueblo y cuya talla se finalizó en el año 1698, y el de Figueroles un maravilloso altar para su Cristo.
Explicación de la ermita y recorrido en 3D.
Nueva versión de estos Gozos.