Esta Virgen mercedaria del lugar despoblado de Arguinas fue devocionada en la iglesia que aquí hubo en la masía y nos dice el gozo que fue eficaz en un caso de peste. Ramon Morelló, primer señor cristiano de Algar de
Palancia por decisión del rey Jaime I, hizo la cesión de Algar por
testamento a la Orden de la Merced, Orden a la que el rey Jaime I le va a otorgar siempre su protección fundada por San Pedro Nolasco, asistido por
su confesor y jurista Ramon de Penyafort, canónigo de Barcelona. San Pedro Nolasco junto a
Nuestra Señora de la Merced y San Ramón Nonato son por tanto los patrones de
Algar. Por esta decisión de Raimundo Morelló, el General de la Orden de la
Merced pasó a ser el Barón de Algar, título que aún hoy ostenta de forma
honorífica. Ramón Morelló dejó también en testamento a la Orden de la Merced el
convento de Arguines (lugar situado a pocos kilómetros de Algar, hoy término de
Segorbe) y un hospital que en este había, disponiendo que las rentas de Algar
servirían para el mantenimiento del hospital de Arguines. A partir de este
momento histórico, y durante muchos años después, existió un vínculo muy fuerte
en Algar y Arguines que hizo que los dos tuvieran la protección de los reyes de Aragón. Ejemplo de esto es la
exención del impuesto sobre inmuebles que estableció Pedro II.