Nos dice muy amablemente Carmen Rasero, bibliotecaria de Tavernes
Blanques, que en la obra “Tavernes Blanques y su parroquia de la Santísima
Trinidad” (2004) de Antonio Romero
Torres, no hay mención a la cofradía o devoción a la Vera Cruz de cuya existencia nos habla este gozo. En cambio, sí dice que la
parroquia de Tavernes se fundó en 1.631 y que entre las piezas que se salvaron
de la devastación de templo durante la Guerra Civil se cita la reliquia de
la Vera-Cruz. Por tanto, podemos adivinar que la Cofradía de la Santísima Cruz veneraba
este lignum crucis al que se dotó de indulgencias. Entre las cofradías extinguidas
que sí se mencionan está la Cofradía de la Purísima (1651), la Cofradía de
Nuestra Señora del Rosario (1736) y entre las vigentes la Cofradía del
Santísimo Sacramento (1738) la Adoración Nocturna (1911) y la cofradía del Corazón de Jesús. En el
apartado cofradías obsoletas se citan la de la Asunción de la Virgen,
constituida por mujeres casadas, la del arcángel San Rafael, formada por los
jóvenes, la de la Virgen del Carmen, constituida por la tercera orden, y la de
la Piedad, muy antigua y que se transmitía de padres a hijos.
Posiblemente fuera esta la promotora de las procesiones de Semana Santa y
tal vez de las imágenes de la Soledad, el Nazareno y la Piedad.