Las fiestas patronales de Rojales se celebran en
honor a la Virgen del Rosario, siendo el día grande el 7 de octubre. En estas
fiestas destacan las misas de campaña con la venerada imagen de la Patrona
visitando distintas calles del pueblo, la serenata musical dedicada a la Virgen
y la Ofrenda de flores. La imagen original de la Virgen del Rosario de
Rojales fue destruida en la guerra civil española. En el apartado
musical de estas fiestas, destacan las intervenciones de los
"auroros" que, al igual que en muchos pueblos de la Vega Baja, elevan
sus voces para invitar a la oración en las madrugadas de los domingos de
octubre.
El más afamado de los relatos de esta Virgen cuenta
que el día 16 de abril de 1936, la niña Engracia Feliu Hernández, hija de la
niña perdida de 1896, estaba jugando con unas amigas cerca del río cuando
vieron un gran resplandor envuelto en humo que se extendía sobre las ramas de
un álamo. Al acercarse pudieron ver como esta luminaria tenía la forma de una
mujer con manto que sostenía un niño. Pronto la identificaron como la Virgen
del Rosario. Esta visión provocó un gran alboroto en la vecindad, que inundó
las calles en un instante. Algunos, incrédulos ante lo que veían decidieron, en
primer lugar, apagar las luces del pueblo y, seguidamente, tras comprobar que
no se trataba de ningún foco o reflejo, cortar el álamo. Al caer el álamo, la
imagen continuó un rato en el aire hasta que desapareció.