San Miguel es uno de los santos con una devoción más antigua en la villa de Alcoy. En el año 1278 ya se tienen referencias de la constitución de una corporación de fabricantes de paños para defender sus intereses y la adquisición conjunta de materia prima. Esta corporación nombró como patrono al arcángel San Miguel en el curso de una sesión de la Junta General de los agremiados. Sin embargo, no sería hasta el año 1790 cuando el gremio de empresarios textiles de Alcoy construyó la Capilla de San Miguel. Esta capilla, denominada también Casa de la Bolla, reformó su interior en el siglo XIX. Aunque de pequeñas dimensiones, es un reflejo de la fuerza de las sociedades gremiales en época moderna. Adjunto un grabado de esta advocación.