La imagen
del Santísimo Cristo del Carmen, una talla de madera policromada del siglo XV,
se venera en la Capilla de la Comunión de la Colegiata de Xàtiva ya que, a raíz
de la desamortización, quedó destruido el convento carmelita donde se veneraba
anteriormente. La imagen sufrió en 1936 la pérdida de la cabeza y la rotura de
piernas y brazos y fue restaurada con posterioridad. Su tradición nos dice así, leída
en un antiguo manuscrito original del año 1757 y atribuido al Prior P. Carlos
Castañeda, hermano de San Jacinto Castañeda, procedente del destruido Convento del Carmen;
“Vivía a mediados del siglo XVI en Xàtiva un
caballero de noble familia llamado don Antonio Sanz, quien hizo voto de visitar
personalmente a la Virgen de Monserrat en Cataluña. Al pasar por Barcelona para
cumplirlo, vio en casa de un escultor la imagen del Santísimo Cristo, cuya
compra convino, dejando la escultura pagada en su poder para recuperarla a su
regreso de Monserrat. Mientras tanto duraba la ausencia del comprador, el
artista decidió hacer otra imagen igual para sustituírsela al Sr. Sanz en vez
de la que tenía comprada. Puso aquella en el escaparate de nuevo y allí la vio
otro caballero castellano que oyó decir al Crucifijo: “Judas me vendió una vez.
Tú has querido venderme dos. Tu codicia y el dinero serán tu perdición”. Corrió
por Barcelona la noticia del portento y el ilustrísimo Sr. Obispo mandó colocar
la imagen del Cristo en la iglesia Catedral para su pública veneración. Regresó
el caballero Sanz desde Monserrat y, enterado del caso, reclamó su joya que le
fue regateada primero y concedida al fin por su derecho con harto sentimiento
de la Ciudad. Regresó a Xàtiva Antonio Sanz y, al llegar al hospital de San
Julián, Convento del Carmen, ocurrióle el portento de no poder pasar adelante
el carruaje que conducía el Crucifijo y allí hubo de dejarlo venerándolo en el
altar mayor.”