La parroquia de
San Jaime Apóstol de Moncada se encuentra situada en un edificio construido a
finales del S. XVII en una zona que durante varios siglos ha sido el centro
social del pueblo. El edificio se construyó con objeto de sustituir el antiguo
templo parroquial en una época en que Moncada era el centro económico de la comarca,
abarcando las poblaciones próximas de Massarrojos, Benifaraig, Rocafort,
Godella, Carpesa y Borbotó, formando así el Bailío de Moncada, perteneciente a
la Orden de Montesa. Templo consagrado en 1696, es de planta rectangular y su
decoración interior ha sufrido numerosas reformas según los estilos y gustos
predominantes en cada etapa histórica. Pese a ello, su estilo es
predominantemente renacentista y en él destacan su portada, sus cinco arcos de medio punto
y sus capillas laterales. Todo ello, unido al hecho de que Moncada fuera la sede
de la Real Acequia de Moncada, institución secular reguladora del principal
motor económico y social de la zona, hizo que su
importancia fuera notable.