domingo, 26 de mayo de 2013

GOZOS AL GLORIOSO SAN ROQUE, venerado en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Xert.




Nos cuenta el estudioso Juan Micó que, entre los años 1647 y 1651, hubo una gran peste que causó grandes estragos en la ciudad y Reino de Valencia y consta que Xert fue una de las poblaciones más atacadas por aquella peste. Desde aquel tiempo data la construcción de una capilla en la iglesia en honor de San Roque y, desde entonces, data también el voto de celebrar todos los años una fiesta a tan glorioso santo. Este es pues el origen del patronazgo de San Roque sobre Xert: una promesa colectiva para invocar su protección contra la peste que se cumple desde hace más de trescientos años. Posteriormente, en el siglo XVIII, Juan Bautista Querol, beneficiado de la iglesia parroquial de Xert, solicitó de Roma la concesión de una reliquia del santo, la cual le fue otorgada con fecha 15 de noviembre de 1757. La reliquia consiste, como hemos visto, en una partícula de hueso, colocada en una cajita de plata, protegida por un cristal y sellada con cera roja.
Años más tarde, en 1787 y a expensas del mencionado Juan Bautista Querol, se construyó un precioso relicario barroco, también de plata. La reliquia está situada en el centro, rodeada de ornamentación floral. En el reverso de la misma puede leerse una inscripción que dice: Eris in peste patronus. Al pie del relicario hay representados distintos motivos ornamentales, en plata sobredorada, que recuerdan al santo: el sombrero y báculo de peregrino, la venera o concha y el perro y el pan alusivos al milagro de Piacenza. Desde 1987, año en que se celebra el segundo centenario de su llegada a Xert, la reliquia es mostrada el día de la fiesta del santo a la veneración de los fieles.