jueves, 11 de abril de 2013

GOZOS A NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS, venerada en Chiva.


La devoción de Chiva a la Virgen de los Desamparados viene desde época antigua como lo acredita un lienzo pintado al óleo de tamaño natural, obra de arte de principios del S.XVII, el cual se custodiaba en el segundo altar lateral del Santuario del Castillo de Chiva. Este tapiz, que procedería de la iglesia que hubo en el castillo, debió desaparecer en el año 1936. Su culto se acentuó cuando el párroco Don José Ruiz Ferrer regaló una imagen de la Virgen de los Desamparados, esculpida por el célebre escultor Esteve Bonet, para que fuese colocada y venerada en la suntuosa parroquia arciprestal. Ocupó la citada imagen desde 1796 el cuarto y precioso altar que se hallaba enclavado en la nave lateral del lado de la Epístola, o sea el que se levanta junto al crucero. Es la única capilla lateral de la iglesia en que las pechinas están ornamentadas con frescos, atribuidos a Vergara y representando las mujeres bíblicas Jael, Abigail, Judit y Esther. Al iniciarse la guerra en el año 1936, el templo parroquial fue asaltado destruyéndolo por completo, desapareciendo altar e imagen de la Virgen de los Desamparados. En 1950 un matrimonio devoto construyó a sus expensas, en el mismo lugar que el antiguo, un magnífico y rico altar retablo de mármol y madera, obra del señor Hurtado y una imagen de la Virgen, debida al señor Mafi, ambos artistas de Chiva.