La ermita
de San Vicente Ferrer de Teulada es un hermoso
edificio de estilo neoclásico. De planta rectangular, el interior está formado
por tres naves y cuatro tramos, destacando las pinturas de la cubierta y el
altar mayor presidido por una imagen de San Vicente, pintada sobre madera y
atribuida a la escuela de Juan de Juanes. A esta ermita pertenece también
la pintura sobre tabla de la Adoración de los Reyes, que formaba parte del
antiguo Retablo de las Ánimas (S.XV), de gran importancia artística.
Destaca además su característica cúpula de tejas azules. A pocos metros de la
ermita podemos contemplar un casalicio piramidal cubierto con una bola que dice
la tradición que fue el lugar donde predicó el santo antes de abandonar el
pueblo. Además, la ermita de la Font Santa, edificio del S.XIX que procede de uno anterior del S.XV, es un conjunto
formado por la ermita, una fuente y la casa del ermitaño que vivía allí
antiguamente. Fue levantada en honor a San Vicente Ferrer ya que cuenta la
tradición que el santo visitó en varias ocasiones a su hermana Constanza, que
vivía en Teulada. En una de estas visitas, durante un paseo, a Constanza le
entró sed. Por ello, San Vicente hizo brotar el agua para poder beber. Para
conmemorar este milagro se construyó en el mismo lugar este edificio con la
fuente, cuya agua nunca de deja brotar. En el S.XIX su titular era la Virgen de
la Salud, a la que todavía podemos ver en el altar que tiene la ermita.