miércoles, 10 de octubre de 2012

GOZOS EN ALABANZA DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO, venerada en su icono de la Basílica de San Vicente Ferrer de Valencia.


Con anterioridad a la Guerra Civil existió un altar en la Basílica de San Vicente Ferrer de Valencia, iglesia de los dominicos, dedicada al icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Hoy su imagen se encuentra casi desapercibida en el altar dedicado a Santa Catalina que flanquean dos pinturas con escenas de su vida. Como dijimos, la imagen más impactante de esta advocación mariana en nuestra ciudad la tenemos en el icono que cubre el baldaquino de la Iglesia del Temple.
La Basílica de San Vicente Ferrer, parte del Real Convento de Predicadores de la Orden de los Dominicos, se inauguró parcialmente hasta el crucero en el año 1916. La ubicación original del Convento de Predicadores fue el Convento de Santo Domingo, ubicado en la plaza de Tetuán pero, en 1835 con la exclaustración, los monjes tuvieron que salir de su convento y no sería hasta 1892 cuando pudieron regresar a nuestra ciudad. Posteriormente se construyó el cimborrio, el trascoro, la sacristía y la capilla de la Comunión, hasta 1918, consagrándose definitivamente en 1921. En el año 1936 tanto el convento como la iglesia fueron totalmente saqueados y su interior quemado, habiendo sido utilizada como lugar de reunión de los miembros del Frente Popular y posteriormente como almacén de distintos productos. Con planta de cruz latina, sigue la traza del templo gótico. Su atrio está flanqueado por dos torres laterales, tres naves con cuatro capillas laterales por lado, crucero con cimborrio y ábside con girola. Las naves se cubren con bóvedas de crucería. Una cripta o sótano ocupa la extensión de la girola. La portada presenta un gran arco ojival en el centro, con rosetón y dos grandes torres coronadas con agujas caladas a los lados.